LOS VINOS DE OLIVIER RIVIÈRE

Se trata de un elaborador francés que ha hecho de España su hogar y de sus viñedos su medio de expresión. Actualmente está afincado en La Rioja, una de las regiones vinícolas más prestigiosas del país, aunque su inquietud y pasión por el vino lo han llevado a trabajar también en otras zonas con gran potencial, como Arlanza (Castilla y León) y la región de Toro, donde desarrolla proyectos que buscan reflejar la identidad única de cada territorio.

Originario de la histórica región francesa de Cognac, creció rodeado de una cultura profundamente ligada al mundo del vino y de los destilados, lo que despertó en él una curiosidad innata por la viticultura.

Decidió formarse académicamente en Burdeos, una de las capitales mundiales del vino, donde adquirió sólidos conocimientos en enología y viticultura. Sin embargo, su verdadera transformación profesional y personal se produjo durante su etapa en Borgoña, trabajando en el prestigioso Domaine Leroy, una de las bodegas más emblemáticas y respetadas de la región.

En Borgoña entró en contacto directo con la biodinámica, un enfoque agrícola que va más allá de la viticultura ecológica y que busca establecer un equilibrio perfecto entre la viña, el suelo y el entorno natural. Esta experiencia fue determinante en su filosofía de trabajo, marcando un antes y un después en su manera de entender el vino. Desde entonces, ha aplicado estos principios en todas las regiones donde elabora, trabajando con mínima intervención, respetando al máximo la uva y permitiendo que cada vino sea la expresión más pura del terroir del que procede.

En sus proyectos españoles, su objetivo es recuperar viñedos históricos y trabajar con variedades autóctonas, respetando la tradición pero con una mirada moderna e internacional. Sus vinos destacan por su elegancia, equilibrio y autenticidad, alejándose de la homogeneización y ofreciendo una visión diferente y fresca de zonas tan emblemáticas como Rioja o Toro.

Este elaborador representa la fusión entre la tradición francesa y la diversidad española, uniendo su formación técnica y su sensibilidad biodinámica para crear vinos que no solo reflejan la identidad de la tierra, sino también la historia y la pasión de quien los elabora. Cada botella es una invitación a descubrir la riqueza y complejidad de los paisajes vitivinícolas de España a través de una perspectiva única.