ESTAMOS EN NUESTRO 20 ANIVERSARIO
GARCÍA DE LARA

Retoma un legado vitivinícola familiar que comenzó en 1878 en Villarrubia de Santiago, Toledo, aunque la conexión de la familia con el cultivo de viñas se remonta aún más atrás. En 2017, la generación actual decidió recuperar este patrimonio, elaborando vinos a partir de viñas ancestrales que llevaban años esperando ser reivindicadas. Su filosofía se basa en respetar al máximo la variedad, el carácter de cada uva y el terruño, combinando prácticas tradicionales con la mejor tecnología moderna.
El viñedo familiar se extiende desde las laderas de la vega del Tajo hasta las llanuras manchegas de Corral de Almaguer, abarcando parcelas históricas como La Cueva Colorá, con tempranillo plantado en 1960, Villalobillos, con más de 20 hectáreas de Airén pie franco plantadas entre 1935 y 1960, y Viñas del Soto, con una variedad de blancos y tintos plantados desde el año 2000. Cada viñedo cuenta con una historia propia y refleja suelos calizos, condiciones extremas y una viticultura de paciencia.
Con una producción limitada pero muy cuidada, elaboran vinos de parcela con identidad y gran personalidad. Vinos como La Cueva Colorá o Finca Villalobillos Airén Pie Franco han recibido reconocimientos nacionales e internacionales, incluyendo puntuaciones destacadas en Guía Peñín y en The Wine Advocate, y menciones en publicaciones como ABC. Además, su firme compromiso con la naturaleza y el entorno se refleja en una viticultura poco intervencionista, enfocada en transmitir la pureza, la tradición y la autenticidad de la tierra en cada botella.