EL ESCOCÉS VOLANTE

Con un espíritu itinerante y curioso, un experto Master of Wine encontró en Calatayud el hogar perfecto para su sueño: elaborar vinos que exaltaran la variedad Garnacha con autenticidad y carácter. Así nació su proyecto, centrado en rescatar viñedos muy viejos —algunos entre los 45 y 110 años de edad— situados a gran altitud y en suelos de pizarras que imprimen mineralidad y frescura.
Con cerca de trece hectáreas dedicadas a Garnacha y otras siete plantadas recientemente, este proyecto está en camino de obtener la certificación ecológica. Las elaboraciones se distinguen por su enfoque de mínima intervención: uso de depósitos de cemento, reducción del roble, fermentaciones sin sulfitos añadidos con extracciones suaves y frecuentes bazuqueos, además de trabajo sobre lías para realzar textura y complejidad.
El resultado son vinos vibrantes, originales y llenos de vida. Con nombres e imágenes desenfadadas que reflejan su enfoque audaz, estos vinos realzan la frescura de la Garnacha sin renunciar a su potencial frutal, y se han ganado un lugar propio dentro del panorama vinícola contemporáneo.