La quintaesencia de la Garnacha. Una Garnacha en altura, sobre pizarra y una climatología completamente inhóspita, rodeada de monte mediterráneo, almendros y cerezos. Compleja, intensa en fruta negra, cerezas negras, todos en un punto de madurez acertado y una sensación mineral que aporta mucha personalidad al conjunto. Una boca carnosa, larga, jugosa, sin demasiada extración. Un prodigio de Garnacha que se elabora sin denominación. Elaborar la mejor Garnacha posible, contra viento y marea, fue el objetivo de Norrel y tal vez por ello le puso este adecuado nombre, "en sus trece".