En 1985 la familia compra la finca y planta las primeras cepas que pronto se convierten en 2,5 hectáreas formando un conjunto de tres pequeñas parcelas -Casendo, Veque y O Gaiteiro- en la parroquia de Goián (Tomiño), en el tramo final del valle del Miño, mirando a Portugal. Mayoritariamente Albariño, también tenemos una buena representación de Caiño blanco y algo de Loureiro, plantadas sobre suelos mixtos de esquistos, arcillas y cantos rodados de origen fluvial.