Adega do Vimbio

Lo que empieza como una pequeña afición, pronto se convierte en pasión para Venancio Crusat, Tito, el patriarca. Con su esfuerzo, y el apoyo de Carmen Cañada, la matriarca, el proyecto fue creciendo y arraigando en sus hijos.

Los padres de Martín destinaban parte de la uva a una pequeña cooperativa de la que eran socios y la otra parte la destinaban a elaborar en casa para consumo propio.

Lo que Tito no pudo hacer en vida, construir una bodega artesana en la que elaborar su vino, se lo han propuesto Martin, hijo de Tito, Patricia Elola, su pareja y Carmen.

En el año 2011 coincidieron dos acontecimientos: Patricia queda embarazada de su primera hija y Tito, el padre de Martín, cae enfermo. La pareja decide cambiar de vida y hacerse cargo de las fincas de la familia.

Fue en 2012, cuando Martin Crusat y Patricia Elola, biólogo y licenciada en medioambiente, deciden regresar a Galicia y dejar atrás diez años trabajando en el extranjero para emprender este proyecto tras el fallecimiento del padre de Martín.

Al hacerse cargo de las viñas, Patricia y Martín modifican la manera de trabajarlas, para obtener uva de gran calidad y minimizar el impacto ambiental, aunque esto supusiera una reducción importante de la productividad.

Todas las cepas se cultivan en espaldera alta, una especie de semiparra empleada en esta parte de Galicia y el norte de Portugal que busca huir de la humedad del suelo y mantener los racimos aireados.

El cultivo mayoritario es de la variedad albariño, que aporta la estructura y elegancia típica de esta uva, quizás una de las mejores uvas blancas del mundo para hacer vinos blancos de calidad.

También tienen caiño blanco, un endemismo de nuestra zona, una uva que aporta acidez, volumen y graduación, pero difícil y laboriosa de cultivar. Sus uvas son pequeñas y los racimos sueltos, lo que unido a su sensibilidad a las plagas hizo que casi desapareciera. Hay un dicho por aquí que dice “caiño, rei do viño”, por algo será…

Finalmente, tienen Loureiro (laurel en castellano), cuyo nombre ya indica su principal característica, la potencia aromática. Como anécdota decir que en su parroquia (Goian) se llama “cheiro” que quiere decir literalmente “olor”.

En 2013, nace su primer vino, Vimbio, el que da nombre a la bodega. Su nombre es el término gallego para mimbre, arbusto de largas y flexibles varas utilizado tradicionalmente para atar las vides a las guías. Es también su promesa y compromiso de trabajar de una manera sostenible, manual y cercana a la tierra. Creen que hay un único camino a seguir, el respeto por la tierra y hacia el consumidor.

Es un vino clásico de la zona del Rosal, que ejemplifica su compromiso con el respeto a las variedades locales y a las particularidades de su terruño, intentando elaborar vinos que sean libres para expresar toda su personalidad.

En 2015 terminan de construir su propia bodega que se encuentra situada junto a las viñas.

Y en 2020 deciden abandonar las directrices de la Denominación de Origen Rías Baixas, para poder elaborar libremente sus vinos con la mínima intervención y que así expresen mejor su terroir.

En esta entrega os hacemos llegar 2 botellas de su primer vino, Vimbio para que descubráis la esencia del Rosal a través de su interpretación.

VIMBIO A 2020:

Tipo de vino: blanco

Zona: Rías Baixas

Variedad: 100% albariño

Viñedo: de tres pequeñas parcelas, Eido do Casendo plantada en 1985, Veque en 1990 y O Gaiteiro en 1992

Tipo de suelos: esquistos, arcillas y cantos rodados de origen fluvial

Temperatura de servicio: entre 9ºC y 11ºC

Graduación alcohólica: 12,5%

Botella: 75 cl.

Lote Club de Vinos:  2 VIMBIO A 2020 (Novedad) 

P.V.P. Total: 25,00€ (envío a domicilio incluido dentro de Madrid Capital)

*INFORMACIÓN DE CONDICIONES Y PEDIDOS a mercado@vinotecatierra.es